miércoles, 10 de octubre de 2007

La Gazzetta Psicologica Nº VII "La Psicoliada"

“Canta, Oh diosa, la cólera del Psicólogo Argentino, cólera funesta que desató infinitos males sobre los arquitectos.”
Así empieza esta reedición de la Gazzetta que -por hoy- mutará su nombre a Psicolíada –merced a la épica victoria conseguida ante los arquitectos-

Cuentanos, Musa, la historia de un grupo de hombres de muchos senderos
Que anduvieron errantes muy mucho tiempo,
Que vieron muchos años el interfacultades desde afuera
Y que con esfuerzo armar un equipo consiguieron.
Mas ellos mismos, fueron quienes construyeron
Ladrillo a ladrillo este presente de sueños.

Diosa, hija de Zeus, también a nosotros,
Cuéntanos algún pasaje de estos sucesos.

¡¡Así es señores!! En una noche lluviosa, con una cancha cuasi imposible, y con una actitud única, una motivación impresionante, así han disputado nuestros psicólogos el partido más emocionante de la corta historia de Psicología en este campeonato. Durante toda la jornada sobrevolaba una duda que carcomía las entrañas de nuestro equipo “¿se jugará?”. Y entre ellos mismos se fue develando la cuestión “llamé y me dijeron que sí”, “¿con esta lluvia? ¿Estas seguro?”, “Si sigue así, seguro se juega”, “Se suspende en cancha”, “No importa, vamos igual” fueron algunas de las frases que se escucharon en los celulares, que se vieron en los mensajes de texto, y que se leyeron en el chat. Dicho y hecho, los muchachos se juntaron -temprano esta vez- en el complejo deportivo de ciudad universitaria. Al pasar por el bar, las camareras y amigas de los gladiadores les batieron la posta “me dijeron los de Arquitectura que hoy se los van a coger”. Es cierto, la frase fue un tanto vulgar, pero en el ambiente del fútbol sabemos que no abundan los buenos modos, ni las palabras refinadas. Este comentario no hizo sino avivar el fuego interior de los psi e incrementar las ganas de pisarle la cabeza a los arquitectos. De a poco iban llegando los gladiadores, pero ya había algo especial en este match, por segunda vez iban a contar con un arquero de profesión; se trataba del señor Gastón, un amigo del uruguayo. Los minutos iban pasando, las luces del estadio ya estaban encendidas, y ahí estaban nuestros leones –media hora antes- entrenando al arquero, haciendo movimientos precompetitivos, y esperando al siempre retrasado Luchinho. Los equipos se iban completando de uno y otro lado, y el árbitro llamaba a los capitanes al sorteo. Con tacto, Juan consiguió que el árbitro nos diera unos minutos más mientras esperábamos ansiosamente al central. En ese ínterin el único DT presente se encargó de la charla técnica, e hizo especial hincapié en el aspecto emocional, “vamos a meter con todo, mucha marca, mucho quite, vamos a matarnos en la cancha” exclamó el central oriental. Luchito seguía sin aparecer, la cosa se hizo insostenible, y el árbitro dio el pitazo inicial sin que psico completara los once titulares.
Psico salio a la cancha con la siguiente alineación: Gastón en el arco, Nasif, Menéndez, Limone (llegó cuatro minutos después de comenzado el encuentro), García; Banegas, Rodríguez, Pruiti, Freiría; Halfón y Sztejfman. La cancha estaba muy mojada, ya de por si es una cancha pesada, pero con la lluvia y los charcos, comía piernas como loca. A este factor hay que sumarle el agua que se acumulaba en las botas de nuestros titanes, que a cada paso sumaban 120 gramos. El partido se planteó como un clásico, los dos sabían que se la jugaban en este match. Arquitectura venía de una triunfo frente al CBC, y Psico venía cabizbajo tras la derrota 0-6 frente al puntero. Lo que se debatía en este encuentro era quien era el último que entraba en el reclasificatorio, pero arquitectura corría con cierta ventaja, ya que tenía un punto más, y todavía le resta jugar contra odontología. Pero este era el partido clave, los dos lo habían entendido así; y el clima de finalísima se percibía en el aire. Ya lo habían calentado ellos en el bar cuando mandaron esa frase tan vulgar, guaranga y provocativa a través de las meseras. Varias bajas en el conjunto de Independencia dejaban a los dts y al equipo todo sin opción de cambio durante todo el encuentro. Aquellos jugadores a los que no les daba el físico para aguantar los ochenta, esta vez tendrían que aguantar; aquellos que no estaban acostumbrados a estar desde el minuto cero, esta vez deberían estarlo; aquellos que no estaban dispuestos a ir al piso, esta vez deberían hacerlo; aquellos que no estaban acostumbrados a correr cuando las piernas no dan más, esta vez deberían tirarse. ¡¡Y vaya si lo hicieron!! El partido se planteo cerrado, se preveían muchos errores debido al estado del campo, y al estado emocional de los jugadores. Entonces Psico apostó a eso, a cuidar lo suyo, y -sabiendo que no se podía desarrollar el juego al que nos tiene acostumbrados- trató de armarse bien en el fondo, y salir de contra cuando podía. Gastón aportó seguridad en el arco, y eso se transmitió a la defensa. El partido estuvo trabado en el medio, con mucha pierna fuerte, mucho roce, y un poco de fútbol. Arquitectura se hacia con la pelota, pero no conseguía profundizar sus ataques debido a la excelente labor que realizaban todos nuestros jugadores, presionando arriba y en el medio, y defendiendo en la ultima línea. Obviamente, el encuentro estuvo plagado de errores, producto del estado del campo de juego. De todas formas, los blanquigranas consiguieron armar algunas jugadas, triangulando la pelota. Los de arriba buscaban conectarse entre sí cuando tenían la pelota, y a su vez bajaban a dar una mano en la marca, y a buscar el cuero. Pero a los quince minutos, Hernán sintió una molestia en su pierna izquierda y el panorama para los de Independencia no era el óptimo. Mientras tanto, en el medio los muchachos mordían cuanto tobillo pasaba cerca, y abajo la vehemencia era el denominador común. Así fue que sobre los treinta del primero los arquitectos cometieron una falta a tres metros del círculo central; Banegas tomó la pelota y la mandó directo al área. Pelota mojada, rosca difícil, y presión de los delanteros fue un combo demasiado fuerte para el guardameta LeCorbussiano que no pudo contener el remate, dio rebote y se la dejó en bandeja al pichichi Psicológico Halfón, que en una pierna, la mando al fondo de las mallas. Uno a cero, y las caras de los arquitectos reflejaban la perplejidad que los invadía; ¡no podían creer estar perdiendo ante psicología! Los nervios comenzaban a apoderarse de ellos, y psico por un momento se contagió. Gastón desde el fondo no paraba de hablar ni un segundo, y eso ponía nerviosos a algunos jugadores. Las pocas jugadas que pudieron generar los arquitectos fueron contenidas por el nuevo guardameta sin ningún problema. Así se escurrieron los primeros cuarenta, y los blanquigranas se fueron a los vestuarios uno a cero arriba.
La llegada al banco fue letal, Halfón no podía más con su pierna, y los gestos de dolor en su rostro eran indisimulables. Las caras de cansancio eran muchas, pero la voluntad mueve montañas, y estos muchachos tenían una voluntad bárbara. Así fue que en la charla del entretiempo se tocó mucho el tema posicional (debido a las lesiones y el cansancio) y se hizo nuevamente hincapié en dejar todo en la cancha, y jugar con la desesperación del rival. Y así salieron a la cancha.
Los segundos cuarenta fueron tal cual lo pensaron los muchachos, arquitectura se venía con todo, pero sin fútbol… pero si vamos a comprar voluntad con voluntad, sepan disculparme, pero lo de psicología no tiene parangón. Estos once guerreros, estos once titanes, estos once gladiadores, estos once leones, pusieron todo lo que tenían (y lo que no también) en cada una de las pelotas que disputaron. Todos y cada uno de ellos dejó todo por defender a muerte esa ventaja. Pero el partido no terminaba ahí. Como les dije antes, los amarillos se venían con todo lo que tenían, pero era muy difícil jugar en esa cancha; por el estado del piso, y por los once leones que había enfrente. Entonces arquitectura con voluntad había logrado complicar la salida de psico. A los siete minutos de la segunda parte, García comenzó a renguear, y su cara me dijo todo en un segundo: “no doy más!” Entonces Freiría pasó a ocupar la posición de tres, y García pasó al medio. Pero no vaya a creer, mi querido lector, que en el medio no se corría; no cometa el error de pensar que allí se estaba más tranquilo, nada de eso señores. Javo metió y mordió todo lo que pudo, y un poco más; tal como lo hicieron todos sus compañeros. El cansancio avanzaba, y los locales habían metido cuatro cambios, sí señores! Sus camisetas estaban secas, sus medias pulcras, y sus espaldas no estaban empapadas con esa mezcla de sudor, caucho, y agua que tenían nuestros players. Y ellos están ahí aguantando los trapos, resistiendo cada una de las envestidas de los amarillos, firmes, con el pecho erguido, con cansancio sí, pero con una convicción total de que ese partido no lo perdían. El área que ocupara Gastón en el segundo tiempo era la más fea de las dos; había -a la salida de la misma- un charco gigante donde navegaban el oriental y Luchinho, y donde no se podía joder con la pelota (tal como diría Serrat). Y como no se podía jugar la sacaban, y arriba Luquitas corría y corría, de una lado al otro. Con correr de las agujas los nervios en el rival se acrecentaban, el cansancio en los nuestros también crecía, y Gastón desde el arco ya le agarraba la vuelta a la pelota y podía levantarla como para que Luquitas arriba se arregle. Pero Hernán no podía ayudarlo mucho, en cada pique el dolor parecía inmovilizarle su pierna izquierda y la ilusión de la contra se desvanecía. Otro que ayudaba en ataque era el Marine Banegas, con sus incansables corridas, pero ya no había tanta pierna como para dar una mano arriba. En la mitad de la cancha, Juan y Porno se mataban marcando y yendo al piso en cada oportunidad; psico estaba decidido a aguantarlo.
A eso de los veinticinco del segundo sale un pelotazo hacia mitad de cancha, y contra la línea izquierda del ataque psicológico la recibe Halfón, y no me preguntes con qué fuerza, con qué empuje, ni sé qué pasó con el dolor, pero el tipo se da vuelta y empieza a correr como si nada pasara y encara. Y le tiran encima estructuras uno, y el tipo con Le Sinthome lo gambetea y sigue; y lo cierran con diseño tres, y él pisa para adentro con Tótem y tabú y los deja pagando, y ya lleva recorridos como cuarenta metros y está pisando el área; lo acompañan El magico -sacándole alguna marca de encima- y Luquitas, que corrieron más de cuarenta y cinco metros para que Hernán tenga opciones de pase; y después de semejante corrida, y después de haber resuelto unos cuantos problemas en el camino, con toda su generosidad levanta la cabeza y lo ve a su compañero, que corrió a auxiliarlo, que fue hasta el área rival para que no tuviera que hacer todo él, para demostrarle que este es un equipo solidario, y el tipo le pone el pase milimétrico el punto del penal. Luquitas la para y se toma dos segundos para que, si algún arquitecto estaba distraído tenga tiempo de rotar la cabeza y ver cómo once leones venidos desde Independencia y Urquiza les hacen el segundo gol y los condenan a la derrota. Pase a la red de Luquitas, y esos quince Gladiadores, esos quince leones se funden en un abrazo fraternal e interminable; sí hermano, dije quince, y sí querés tratame de esquizoide, diagnosticame con el DSM IV o con el CIE 10, pero te juro que yo los vi: estaban en medio del tumulto de casacas blanquigranas, la número cinco del Conde, la seis de Mateo, y la siete de Facu.
Perplejos ellos, con sus camisetas secas, no podían dar crédito a lo que sus retinas registraban; psicología no sólo les ganaba, sino que les había metido dos papas. Sí, esos que no tienen organización, esos que se tuvieron que pagar de su bolsillo los pantalones y las medias, esos que no tienen cancha para entrenar, esos que tienen todas esas carencias pero que al mismo tiempo – y sepan disculparme por el término que he de emplear- tienen unos huevos grandes como ciudad universitaria, y van hasta allá y los dejan en ridículo enfrente de su propia facultad.
Aún restaban quince minutos, pero la inyección de adrenalina que produjo ese gol hizo que las dolencias fueran dejadas de lado, y todos siguieran corriendo y metiendo hasta el último minuto. Pero también esa inyección produjo desorden en el fondo, y en un ataque de los psi se produjo un desprendimiento por el lateral izquierdo dejando un hueco que los amarillos aprovecharon en la contra y pusieron el dos uno. Los últimos diez minutos fue más de lo mismo, arquitectura yendo para adelante sin ideas, y psico aguantando con mucho pero mucho huevo en todas las zonas del campo. El árbitro adicionó tres más, y prolongó así la vana ilusión de los de ciudad de poder –aunque sea- conseguir un empate. Pero los blanquigrana dejaron alma y vida en la cancha y en el agua, para llevarse no sólo los tres puntos, sino también la satisfacción de callar a los que hablan de más. El árbitro señaló el centro del campo, y un grito resonó hasta en los rincones más recónditos de ciudad universitaria: “¡¡¡VAMOS PSICO CARAJOOOO!!!”, para que luego todos se fundan nuevamente en ese abrazo fraternal festejando la segunda victoria del representativo de psicología en la historia!


Il Tabellino:

1- Gastón (9) En su debut, el goalkeeper tuvo un gran desempeño. Aunque debería moderar un poco la radio, sirvió para ordenar la defensa. La potencia de su pierna fue fundamental a la hora de salir desde abajo.
2- Menéndez (8) Metió y marcó con todo abajo. Se demoró en algunas, pero dejó todo en cada pelota. Ordenó la defensa y demostró la dureza de la defensa de psico al nueve y –en especial- al siete rival.
3- García (8) Marcó, corrió, metió y pegó. Cuando tuvo alguna oportunidad se animó a jugar con la pelota al piso. A pesar de su lesión, siguió en la cancha combatiendo hasta el último minuto.
4- Nasif (9) Paridazo del turco. Se animó a ir en algunas, pero se destacó fundamentalmente en defensa. Mordió, cortó, pegó, e hizo sentir el rigor de esta durísima defensa a los delanteros rivales.
5- Rodríguez –Porno- (10) Una gran sorpresa. Pensé que no iba a aguantar los ochenta, pero no solo que los aguantó, sino cómo los aguantó. Hasta el último minuto corrió todas, se tiró al piso, trabó, y jugó. Estuvo en todos lados, sinceramente un partidazo.
6- Luchinho (8) Mordió en todos lados, y con el oriental su turnaron para enfermar a los delanteros rivales. Por si fuera poco, en más de una jugada se fue al ataque en busca de sacar la presión del fondo. Eso sí, nos dejó en claro a todos que su faceta actoral no está nada explorada.
7- Freiría (8) Al principio estuvo un poco desordenado, pero luego entro en el rol de lateral por izquierda, para recalar –por ultimo- en la posición de numero tres. Como todos mordió, trabó, y luchó todas y cada una de las pelotas.
8- Banegas (8) Por el lateral fue una máquina de ida y vuelta. El prime gol nace de sus pies, y con su velocidad inquietó muchisimo a los arquitectos. Se rompió el lomo dando una mano en defensa, y luchó todas, hasta que tuvo que cambiar su posición producto del dolor que experimentaba en sus dos piernas.
9- Halfón (9) Se lesionó a los quince y el dolor era evidente, pero sabía que no podía dejar el campo. Metió el primero, y a pesar de todo siguió dando una mano en defensa, y corriendo todas arriba. Cuando entró en el segundo, tuve miedo que la lesión se agrave. Pero él sabía que no podía dejar al equipo con uno menos, y se paró adelante igual. Corrió algunas, pero hizo la GRAN corrida del partido, y en sus pies se gestó el segundo gol de la épica victoria. Tiene un sentido del equipo tan opuesto al que tuviera el otrora compañero de delantera Rafaldi, que después de semejante corrida cedió el balón a Luquitas que estaba mejor perfilado y así se consiguió el segundo gol. Sin dudas un GRAN PARTIDO del Pichichi.
10- Pruiti (10) En este partido demostró que no sólo sabe con la pelota, sino que también sabe meter hasta el ultimo minuto. Un compromiso único con la marca, desde el minuto cero estuvo ayudando en el aspecto defensivo, marcó, se tiró al piso, y corrió más que nunca. Por si fuera poco, ayudó en el aspecto ofensivo como cuando muy generosamente acompañó la corrida de Hernán arrastrando la marca. Para terminar de cerrar un parido brillante nos dejó algunos cañitos dignos de “El firulete” por la mitad de cancha. Chapeaux, mon ami!!
11- Stejfman (8) Un muy buen partido de Luquitas. Siempre dio una mano arriba, la aguantó, la pidió, las corrió todas, y cuando la tuvo en los pies se animó. El segundo gol fue suyo, tras correr cuarenta y cinco metros para auxiliar a su compañero de dupla delantera. Sobre el final tuvo que cubrir la banda derecha debido a la lesión del Marine, y no tuvo problema en tomar responsabilidades defensivas.

Me van a tener que disculpar, pero esta vez no puedo sacarle la FIGURA de la cancha a TODO EL EQUIPO DE PSICOLOGIA. Los destacados fueron TODOS los integrantes del equipo, hasta aquellos que no estuvieron y que son parte de este proyecto.




Señores, estos muchachos están creando una mística; estos muchachos están construyendo un equipo que crece cada día más, un equipo con todas las letras, un equipo de caballeros generosos y solidarios con los compañeros, un equipo de amigos. Alguien dijo por allí, “este partido lo ganó el asado” y reflexionando caí en la cuenta de que es la frase más acertada; esta mística fue creada en los asados, en las charlas en la red, en las charlas post partido, en las salidas post asados, en esos lugares donde los vínculos se fueron afianzando y estrechando hasta formar este EQUIPO DE TITANES, DE 15 TITANES. ¡GRACIAS LEONES!


Como lo vi – GM (un artículo de opinión)

Vi un equipo que llegó temprano, que precalentó, que entendió este partido como una final, y que supo adaptarse a las malas condiciones de la cancha. Estos muchachos me demostraron que cuando no se puede jugar al fútbol, ellos saben poner lo que tienen que poner para ganar. Vi muchísimo sacrificio, mucha marca, mucho cuerpo, mucha vehemencia, muchas ganas de llevarse los tres puntos y darle de tomar por culo a los arquitectos. Once caballeros deslomándose por conseguir un objetivo común, todos pujando por lo mismo, metiendo hasta lo que no hay, corriendo cuando ya el físico dice “basta”, yendo al piso en cada pelota como si fuera la ultima, emocionan hasta al más insensible… y estos señores me emocionaron. Me emocionaron con su grupo, me emocionaron con su entrega, me emocionaron con su mística, me emocionaron con su humildad, y me emocionaron con su solidaridad. Quiero levantar mi copa por ustedes, FIERAS, LEONES, TITANES, GIGANTES, GENIOS, GALACTICOS, GLADIADORES, o simplemente el equipo más unido que vi e integré en muchísimo tiempo!! ¡¡SALUD!!
Abrazo de Gol ! ! !

martes, 9 de octubre de 2007

Gazzetta Psicologica Nº VI "Un altra Illusione"

Llegaban primeros, invictos con pocos goles en contra, con una gran cantidad de goles a favor, y con toda una organización que respalda el desempeño deportivo de estos muchachos. Y en la vereda de enfrente, con unas apretadas casacas, con improvisaciones en la portería, sin hinchada, con técnicos en la cancha, sin una organización que los respalde, llegaban nuestros gladiadores, vestidos con su indumentaria blanquigrana. Claro, la diferencia era evidente, si hasta un viejito en la platea me desayunó: “¡pibe, estos son una máquina, hoy nos llevamos la canasta llena para independencia!” Efectivamente, la diferencia entre unos y otros era evidente hasta al ojo mas simplista de todos. Los papeles, indicaban a Económicas A (lider absoluto de la zona) como el gran favorito a llevarse el encuentro.
Llegué y los vi entrenando, y recordé lo que había ocurrido el pasado domingo. Esta vez ellos vestían un amarillo furioso, con franjas negras, shorts al tono, y medias flúo. Pero estaban calentando desde hacia rato, cuando asomaron los primeros gladiadores, abrumados por el sol, con gafas con filtro uv, y ojotas. La onda veraniega pega en psico, eso también es evidente. Y una vez más, los contratiempos, las desavenencias, la desorganización para tapar ese lugar tan pero tan importante que es el arco; el señor Borgatello acusó un choque del colectivo que lo transportaba, motivo por lo cual su llegada al campo de juego se retrasó un tiempo. Entonces, otra vez, hubo que improvisar en el arco, y ¿quien sino?, ¿quién hubo de calzarse los guantes heroica y estoicamente? Sí, sí, el GRAN KALIBRE. Tomó las investiduras de guardameta y salió al campo de juego, mirando a la lontanaza, pisando firme, con convicción, seguro de que este era su partido, vistiendo esa plateada casaca, con el pecho erguido, los guantes, era todo un guardameta. Pero algo le faltó a nuestro gran kalibre… lo de siempre, hablar! Le falto creérsela, le falto seguridad en lo que hacía, confianza en sí mismo. Ya con KALIBRE bajo los tres palos, la formación se completó de la siguiente manera: Nasif, Menéndez, Limone, García; Rodríguez, Schweitzer, Poleri, Pruiti, Halfón y González. Tras una pequeña charla motivadora, mientras el silbato apuraba, salieron ellos al campo de juego, con una mística que hacia recordar a los héroes del ochenta y seis. Los dts habían hecho hincapié en el compromiso a la hora de marcar, en mantener el orden, en no hacer tambalear la estructura, y fundamentalmente en “meter y meter”; y con esa idea se distribuyeron en el campo de juego. EL pito sonó, y el cuero se echó a rodar. Los amarillos rivales venían con todo, con una estructura absolutamente envidiable, un equipo sumamente prolijo, y sumamente trabajado; coordinaban a la perfección sus movimientos de conjunto, y los relevos estaban bien realizados en casi todas las circunstancias. Por si esto fuera poco, en los últimos 30 metros contaban con gente que manejaban con mucho criterio la pelotita. Pero de movida no le resultó fácil, intentaron por el medio y los costados, pero se encontraron con un equipo de psicología armado, fuerte, que sabía resistir los primeros embates del conjunto Económico. Ya había empezado los primeros roces entre los defensores blanquigranas, y los delanteros aurinegros. Incluso se habían planteado algunos duelos, como ser el del 10 rival con el Turco Nasif, o el que enfrentara al número 9 aurinegro con el central oriental. Pero nosotros sabemos que el fondo de psico es duro, es duro para correr y es duro para con los rivales. Recuerdo que en la primera edición de la gazzeta yo reclamaba más roce, que proponga más contacto físico, y estos muchachos realmente oyeron mi reclamo. Hoy en día creo que es de los equipos mas violentos del torneo, pero es parte de un aprendizaje de carácter cognitivo conductual que están implementando los muchachos psi. Lejos del laboratorio de Wundt y del diván de Sigmund, ellos se centran en el conductismo de Watson; recordando aquella experiencia del pequeño Albert, nuestros defensores buscan estudiar la reacción del miedo en los delanteros rivales. Para ello, aplican sistemáticamente maltrato físico (recurren a todo tipo de artimañas) de manera tal que lo delanteros rivales experimenten miedo al observar la combinación de colores blanco y granate. Con el correr de los partidos, vemos que el fondo de Independencia va consiguiendo fundar miedo en los delanteros rivales.
Pero la resistencia se desmoronó a las 15 minutos de la primera parte, cuando el diez rival desbordó por la derecha, a la carrera sacó un centro perfecto, y elevándose tres cabezas por encima de sus marcadores, el numero 8, le dio un pase de cabeza a la red. Uno a cero y a cobrar, el festejo sonó a desahogo, a tranquilidad, evidentemente psico por un momento puso tenso al puntero. Pero después del gol llegarían siete minutos de juego para los blanquigranas, se soltaron, e hicieron circular la pelota, generando así la sensación de que aún la cosa no estaba cerrada. Luego llegaría un error en la salida, la presión rival sobre Limone, y la definición impecable ante la salida de Kalibre para decretar el dos cero. Luego llegaría un pelotazo cruzado, y un error defensivo compartido entre el guardameta y el dos de independencia, dejó al nueve aurinegro con la pelota dominada y el arco a su merced. Tres cero, y la sensación de que esto estaba terminado. La presión rival era constante (K) y eso generaba errores en la salida. Desde la línea de cal, el técnico de los ecoñoños daba indicaciones constantes “siempre dos opciones de pase”, “no los dejemos respirar”, “metete en el partido”, y también fastidiaba a nuestros gladiadores. Minutos más tarde llegaría el cuarto gol, y el árbitro marcaría el centro del campo para finalizar los primeros cuarenta.
Este era un partido en los papeles perdido, así que no había mucho por qué preocuparse, sólo había que ocuparse de jugar al fútbol. Como psico sabe, con la pelota al pie, sin bartolearla, con la cabeza levantada, a un toque, pasando por los costados, mostrándose en el medio, y fundamentalmente, animándose. Así fue que salieron al campo de juego con el Marine Banegas en reemplazo de Halfón, con el demorado Borgatello en el arco –en lugar de Kalibre Freiría-, y con la idea de tocar la pelotita, de cuidarla un poco más. Pero el asedio económico no daba tregua, los aurinegros presionaban constantemente, y achicaban bien los espacios. De todas maneras, el conjunto de independencia fue creciendo con el correr de los minutos. Incluso en esa segunda etapa llego a mostrar destellos de buen fútbol. Mantuvo el orden (relativamente), y de a poco fue soltandose con la pelota en los pies. Así fue que en los pies del conde Schweitzer estuvo la jugada mas clara de los blanquigranas. La pelotita llegó al fondo prolijamente, en una gran triangulación, y el Magico Pruiti dejó pasar el centro atrás arrastrando la marca, para dejar solo al Conde quien remató desviado. Pero no fue la única clara que tuvo psico, la otra estuvo en los pies de Luquitas (quien había reemplazado al PornStar Rodríguez) quien tras recibir en cortada quedó de cara al arco, pero el arquero rival sacó el potente remate de Sztejfman. Tras un centro al área defendida por Borgatello, el rebote fue tomado por el numero cinco que remató al arco vacío. Cinco papas en contra, y la cosa seguía abierta. De a poco Borgatello iba encontrando la sintonía con el partido, y conociendo a sus compañeros de equipo. En un partido de roce, en un partido donde psico propuso el contacto, donde buscó aleccionar a sus rivales con el rigor físico que lo caracteriza, hubo (como tantas veces) una jugada brusca. El central Luchinho Carioca le mete pierna fuerte pero leal al el pelado aurinegro, y éste, desde el suelo, reacciona con una patada desmedida. Hasta aquí, todo normal, el tema es que la cadena se le zafó al gran Luchinho, y motivado por la omisión del árbitro, y la provocación del Dt rival, salió a hachar a cualquier camiseta amarilla que tocara el balón. Así fue que revoleo al primero que tocó la globa, y se armó la gresca. El resultado de este borbollón fue una tarjeta colorada para nuestro Dt. Ya con uno menos, hubo que reestructurar el equipo, y el conde pasó a cubrir la posición de zaguero central. Para la anécdota quedó el sexto gol; a la salida de un corner, la bola queda boyando en el área, el despeje del conde rebota en la espalda del 10 económico, y el cuero se cuela por sobre el cuerpo de Borgatello. Seis papas y a cobrar. Después quedó tiempo para alguna que otra pierna fuerte, y todo terminó cuando el pito indicó el medio del campo.
Fue seis cero en contra para nuestros gladiadores; pero a no confundirse, a priori uno diría que fue paseo, que hubo pesto, que se comieron un peludo bárbaro… nada más alejado de la realidad. Hay que reconocer que fueron superiores, pero no tanto como el resultado indica. Psico tuvo momentos de buen futbol ya no contra rivales que lo dejan jugar, ya no en aquellos amistosos contra rejuntes, ya no “jugando solos”, sino contra un equipo que está primero, contra un equipo que tiene cinco años de trabajo, contra un equipo que tiene toda una organización detrás, y esto es lo que torna más valiosos esos minutos de buen futbol. Los mismos rivales admitieron la sorpresa que dieron estos muchachos: “si siguen jugando al fubol así, les va a ir muy bien. Acá casi todos los equipos revolean la pelota, y nunca tratan de jugar por el piso” sentenció el numero diez de economicas. El reconocimiento rival, y la percepción propia de un progreso significativo marca a las claras los buenos derroteros por los que marcha este conjunto de 15 gladiadores. El problema es que da un paso por semana, mientras que los rivales avanzan de a dos o de a tres.


Il Tabellino.

1- Klibre (6) Una buena actuación del defensor devenido en Guardameta. Pero una vez más mostró que no se anima a gritar, y a orden la defensa.
2- Menéndez (6) Se encargó del número 9 rival, y salvo por el error del tercer gol, lo anuló. Buen partido para el oriental.
3- García (5) En ataque hizo un buen partido, pero se desordenó bastante en las tareas defensivas. Como siempre, se mostró como salida, pero no exhibió el criterio que lo caracteriza a la hora de decidir tocar o jugársela.
4- Nasif (6) Le costó ubicarse en la primera mitad, pero ya en la segunda parte, tomó mas confianza y se animó a jugar (le hizo caso a la publicidad del Bichi Fuertes). Mostró la fiereza y el rigor que lo caracteriza.
5- Schweitzer (6) Como siempre de lo más parejito. Bajó a buscar y desde allí distribuyó con criterio, un buen partido del conde.
6- Luchinho Carioca (5) Tuvo un tropezón en una salida, y de ahí vino el segundo. Estaba realizando un buen partido, se había recuperado del error, pero se le salió la cadena y se fue expulsado. Memos mal que no lo informaron!!
7- Poleri (5) No fue el Facu que todos conocemos. No pudo armar el eje por el lateral con su compañero de aventuras García. Se lo vio nervioso y dubitativo con el cuero en los pies. El vértigo que aporta en ataque es sumamente productivo siempre que tenga la mente fría; pero el domingo no se dio espacio para pensar claramente, y se desorganizó. De todas maneras hay que rescatar la entrega total, y el gesto que tuvo al pedir el cambio por un golpe.
8- Porno (6) Un buen partido del actor porno argentino (tal como Rocco en Italia). Se mostró por el lateral, y siempre buscó asociar juego. Constantemente pidió la pelota, aunque en defensa mostró algunas falencias.
9- Halfón (6) No le llegó mucho la pelota, pero supo moverse para generar el hueco. Además no fue egoísta en las pocas que tuvo y siempre eligió a un compañero mejor perfilado, en vez de optar por rematar él mismo.
10- Pruiti (6) Fue eje de los ataques, el comandante de las embestidas psi. Por si fuera poco, le sumó un compromiso total a la hora de marcar, y en más de una oportunidad terminó pisando su propia área siguiendo a un rival. Metió algunos pases incisivos, de esos que le duelen a la defensa rival y demostró que su apodo no es en vano, con un toque de magia dejó solo al conde de cara al arco.
11- Gonzalez (6) Es una tromba, literalmente “pasa por encima a los rivales”. Si bien es de carácter entrópico, su energía contagia y motiva al equipo. Metió, marcó, presionó, y jugó… uno de los mejores partidos de Mategol.
12- Borgatello (4) llegó tarde, y tardó en amoldarse al arco. Parece ser que se trata de un guardameta de cancha de cinco, razón por la cual adaptarse al arco gigante le va a costar un tiempo, naturalmente.
13- Luquitas (5) Tuvo en sus pies una chance única, y el remate fue bueno, pero la fortuna no estuvo de su lado. En cuanto al juego en sí, vemos que en la marca no apareció, y que a la hora de jugar no se tuvo confianza. Habrá que indagar si se trata de falta de confianza o de qué, pero es un jugador que tiene técnica y que con la pelota en los pies sabe… ahora bien, no rinde todo lo que puede. Hay que explotar al máximo su potencial técnico y futbolístico.
14- Banegas (6) Desequilibró, estuvo ubicado, y marcó una diferencia con su velocidad. Un buen partido del Marine, que llegó tarde pero se metió de lleno en el partido.

Claro, ustedes se preguntarán por la figura… podríamos dárselo a Mateo, podríamos dárselo al Mágico, quizás a K-libre, por qué no al Conde, pero no hubo nadie que se destacara por sobre el resto, de manera que la figura fue el equipo todo, que metió, marcó, jugó y puso todo ante un rival superior. Los buenos augurios de los rivales son constantes, ahora bien, para llevar a buen puerto esas promesas se necesita trabajo, mucho trabajo. Una vez más, nuestros gladiadores generaron otra ilusión: que se le puede ganar a los de abajo; jugando en este nivel, con esas ganas, ese entusiasmo, ese enchufe, y consiguiendo un arquero, la reclasificación es posible.


Como lo vi -- G.M. (un artículo de opinión)

Vi un equipo que fue superado, peor no vapuleado. Enfrente estaba uno de los grandes candidatos; pero estos muchachos no dejan de dar ventajas, regalan cosas por el camino; y si quieren algo serio no se puede regalar nada (y mucho menos ante rivales de esta talla). El puesto de arquero es fundamental, y nuestros titanes blanquigranas siempre dan ese changüí. Al margen de eso, el equipo que metió, mordió, comió, pisó y jugó. Este ultimo fue el paso más importante de todos, se animó a jugar frente a un equipo que no daba espacios, que no regalaba nada, que cuidaba la pelota y construía artesanalmente cada jugada. Eso es lo rescatable, el equipo esta caminando por el buen camino; avanza a paso lento, pero avanza. Quedan por delante tres finales – que se juegan en el lapso de una semana-, en las que habrá que dejar todo por ingresar en el grupo reclasificatorio. Hoy se juegan una parada importante frente a Arquitectura… SUERTE GLADIADORES!!!
Abrazo de Gol ! ! ! Vamos Psico Carajo ! ! !

jueves, 4 de octubre de 2007

Gazzetta Psicologica Nº V "Ni el tiro del final te va a salir"

Llegue al campo de juego y alli estaban ellos, entrenando, corriendo todos juntos alrededor del campo, saltando, coordinando movimientos, calentando, todo bajo la celosa mirada del director técnico. Eso que llegué temprano, faltaban 40 minutos para el comienzo del encuentro central entre Economicas B y Psicología. Desde chico, mame esta cuestión de verme los partidos de la reserva, buscando promesas en la cancha de defe, allá por el bajo belgrano, mientras esperaba que jugara la primera. Y este pasado domingo pensé lo mismo, voy a verme algun partidito antes. Pero me detuve en estos guerreros, vestidos de un azul tan oscuro que parecía negro, y los veía tan profesionales que hasta tuve miedo por mis muchachos de psico. Por algun momento me hicieron recordar aquella publicidad de nike, donde Eric Cantona, Ronaldo, Paolo Maldini, y Jorge Campos (entre otros) enfrentaban a las fuerzas del mal en el Coliseo Romano.
Ya faltando pocos minutos para el comienzo del encuentro, divisé las primeras casacas de color granate. “¿Donde está Borgatello??”, “¿Viene Luchito?”, fueron algunas de las voces que me alarmaron. Faltaba gente, pero tambien faltaba poco tiempo. Una vez más, nuestros gladiadores debían armar el equipo cinco minutos antes, y una vez más debían acomodar las piezas del rompecabezas para cubrir el arco. Los técnicos llegan con una idea en la cabeza, y de golpe, deben improvisar con las fichas que tienen, y todo se complica. Así fue, que sin arquero, y sin Lucho, el otro Dt esbozó una formación ante el ruego del arbitro porque los equipos entraran al campo. Del otro lado, con 17 jugadores a disposición, con hinchada, con gente que desde el lateral reclama y pide, con ayudantes de campo, estaban los muchachos de Ciencias Economicas B. Tras el saludo de los capitanes, el sorteo pertinente y la eleccion de saque o lado de la cancha, llegó Lucho. Esto hizo que la cosa fuera “un poco más normal”, y los once que pisaron el pasto fueron: Freiría, Nasif, Menéndez, Limone, García; Rodríguez, Schweitzer, Poleri, Pruiti; Halfón y Banegas. Casi se repite la formación del partido pasado, salvo por dos modificaciones, una obligada, y la otra… la otra también obligada. El viernes en un asado antológico (como todos los de Lucas “el magno”) el grupo todo decidió en Asamblea general constituyente, que el señor Samu Rafaldi, no debía participar del encuentro salvo un caso de fuerza mayor. Una vez más, se demuestra así una unidad de grupo, ya que se charló entre todos (los presentes, claro está) y se llegó por unanimidad a esa conclusión.
Con los once en el campo de juego, nuestros gladiadores blanquigranas, se prepararon para enfrentar a los azulados economicos. Pero claro, el hecho de llegar sobre la hora, y de no “meterse” en el partido desde el minuto cero tiene sus consecuencias naturales. Ya me lo había dicho un ex tecnico de la Selección Nacional, un tal Marcelo “no podemos regalar ni un minuto en desconcentraciones”; pero los blanquigranas parecen no aprender. Cierto es que el horario no ayuda, cierto es que no son profesionales, cierto es que son jóvenes y buscan diversión (es natural que así sea), pero también es cierto que quieren darle a este campeonato otro perfil, un poco mas competitivo. Y las condiciones potenciales están, es solo cuestión de darle una vueltita de rosca a la cosa. Lo más importante, lo fundamental, es el grupo humano; y estos muchachos ya lo tienen. Alguien acusará que hay que darle un poquito más de disciplina, un tinte más, solo un marco disciplinario contemplativo para explotar al máximo ese potencial que atesoran estos muchachos; y cuanta razón tendrá. Nuestros magnanimos gladiadores regalaron –literalmente- 15 valiosos minutos de juego; eso primeros quince minutos en que causalmente –y no casualmente- viró definitivamente el resultado del encuentro. “Las desconcentraciones se pagan caro, y yo quiero a los mios los cien minutos que dura el partido concentrados; ahí está el secreto” me dijo el gran Carlitos Bianchi en una entrevista cuando dirigía a Velez Sarfield. Efectivamente, las desconcentraciones se pagan carisimo, y carisimo fue el precio que tuviern que pagar nuestros gladiadores, que debieron cargar con la cruz del gol en contra durante el resto del partido. El medio no hacía pie, arriba no había peso, y abajo abundaron la desconcentraciones: ese fue el paorama de los primeros minutos. Y los ecoñoños, no iban a desaprovechar semejante regalo. Pelota en cortada, habilitacion dudosa, definición logica y a cobrar. Uno a cero abajo. Un resultado justo hasta ese momento, pero solo porque unos estaban “metidos” y los otros no; no habia una diferencia técnica que los separara. Mismo en esos quince minutos fatidicos, llegó una pelota en cortada (jugada casi identica a la del gol) pero esta vez el Pitón, se hizo dueño del area y atoró a la perfección al “copado” del tres, que no pudo más que estrellar su remate contra la cara de nuestro improvisado arquero. Con el correr de las agujas, el equipo se fue encontrando, y fue plasmando paulatinamente su identidad en la cancha. Esa idea de pelota por el piso, de toque corto y rápido que caracteriza al conjunto de Independencia. Pero claro, ya con el uno cero a cuestas. Por el lateral, se agigantaba la figura de Rodríguez, quien buscaba permanentemente asociarse con el velocísimo Banegas. El Conde Schweitzer se hacia dueño de la mitad, en base a su reconocida tecnica y su dominio del balón. Por el otro lado, Javi desde el fondo, y Facu desde el medio le imprimían vertigo al ataque Vino tinto. Halfón, bajaba incansablemente a buscar la pelota, pivoteaba y buscaba la devolución; pero ellos atrás tenían resortes en los pies, y reventaban cuanta pelota había dando vueltas. A este animo anti-futbol, le sumaban marcas férreas en el medio, un combo que psico no pudo quebrar durante los primeros cuarenta. Fue entonces cuando el árbitro marcó el centro de la cancha, y ambos equipos se fueron a los vestuarios.
Estos muchachos saben de percepciones, y sabían también que este era un partido para ganar, que estaban en condiciones de lograrlo, porque los azulados no eran tan buenos como parecían a priori, porque no se vislumbraba una diferencia técnica, porque los rivales eran mas ruido que nueces. Y entonces repitieron la formación, a la espera de torcer el rumbo. Pasados los diez minutos entraría el gran Mategol, en reemplazo del magno Rodríguez. El segundo tiempo mostró a un psico mejor plantado, bien parado, pero al que le costaba dominar la pelota. Llegó el tiempo de los cambios y Mateo se calzó la numero seis, bajando al medio a Banegas a su posición de clásico numero ocho. La pelota estaba dividida, ninguno de los dos podía adueñarse del cuero, y al mismo tiempo, ninguno podía profundizar lo suficiente. Con la entropía que introduce Mategol, el medio se hizo un lugar de transito rápido, y el efecto contagio hizo que Poleri se acelerara aún más. Por si esto fuera poco, nuestro pensador, ese que podía poner paños fríos en el medio, no estaba en su mejor día. Pruiti parecía no encontrar el rumbo con la pelota, y eso psico lo siente; pero más lo sienten Halfon y Gonzalez. Llegó entonces la modificacion e ingresó el señor Sztejfman. Minutos mas tarde llegaría una jugada desgraciada para los del conjunto de Independencia, una grosera falta que no vió el arbitro sobre el gran Banegas, a lo que nuestro gladiador respondió con una severa patada desde atrás; lo que dio motivos para que el arbitro le mostrara la tarjeta roja y le indicara el camino a los vestuarios. Ya con uno menos, la cosa se hizo más cuesta arriba para los de Independencia. Atrás la defensa se fue aplomando, y salvo algunos errores, no pasó mayores sobresaltos.

Cuando los vino tinto se hacían con la pelota, se permitían triangular y buscaban tocar al ras del suelo. Así fue que faltando diez para el cierre, llegó una gran jugada por la derecha. El incansable Halfon, bajaba a pivotear, y se encontraba allí con Banegas, Sztejfman, y Nasif; y allí se enarboló la mejor jugada del partido. Tocaron Halfon, Nasif, y Sztejfman, para que luego Halfón desbordara a dos marcadores, y echara el centro atrás para que a la carrera Gonzalez, sin dudarlo un instante rematara de cara al arco. Desde la popular se veía como el remate de mategol tenía unico destino de red; pero quiso el destino interponer la mano derecha del guardameta para evitar así el gol de los de Independencia. La espectacular volada del arquero, hizo aun más espectacular la jugada de los Psi; tras la atajada, el balón fue a estrellarse contra el travesaño y se perdió por linea de fondo. Fue el autentico “Gooouuhh”, aquel que inventara el programa televisivo “Palo y Palo” (una suerte de CQC futbolistico). El sofocón siguió con el centro, pero la fortuna no estuvo a favor de los Psi, y la bola terminó perdiéndose por línea de fondo. Después quedó tiempo para algún que otro intento de ambos lados, pero nada serio. Nuestros gladiadores se llevaron un uno a cero, contra otro de los “rivales directos”; y otra vez esa sensación de que se podria haber ganado de haber estado concentrados los ochenta minutos. Kart Marx, en El 18 brumario de Luis Bonaparte, toma una idea de Hegel, y sentencia “la historia se repite dos veces, una como tragedia, la otra como farsa”; aquí vemos que la historia se repite al igual que contra Filo. Otra vez Psico volvió a regalar minutos de juego, y en ambos casos los rivales capitalizaron. En la primera oportunidad, fue todo un tiempo; esta vez fueron 15 minutos… ojalá la próxima, ya no regalen más.

Il Tabellino:

1- Freiría (7) Sorprendió con sus dotes de arquero. Sacó lo que, sin dudas, hubiera sido el dos a cero. La faltó comunicarse más con sus compañeros, para lo cual es indispensable hablar!!
2- Menéndez L (5) Tardó un poco en meterse en el partido, pero después marcó el territorio, e impuso orden y respeto para psico.
3- García (5) Siempre se animó a salir jugando, aunque cometió algunos errores propios del intentar con la pelota al ras del suelo. A veces se engolosinaba demasiado y salía disparado hacia el arco rival, descuidando las espaldas.
4- Nasif (5) El tipo es una maquina de meter, y si no preguntenle al 7 de economicas que después de trabar con el, se fue hacia el otra lateral. Al margen de esto, cometió varios errores en la salida; pero cada vez se va acostumbrando más a su posición, y sabemos el potencial que tiene.
5- Schweitzer (6) Se hizo dueño del medio, jugó e hizo jugar; pero en más de una oportunidad se engolosinó demasiado con el cuero debajo de la suela.
6- Limone (6) También tardó en asentarse en el fondo, pero cuando lo hizo cortó y pasó. A veces sus proyecciones resultaron un poco irresponsables respecto del fondo, pero desde aquí reivindicamos al que apuesta. Por si fuera poco, sobre el final salió entre dos con elegancia: “BELLEZAA!!”
7- Poleri (5) Había arrancado bien, pero en el segundo tiempo se desordenó, y terminó por cualquier lado. Siempre intenta jugar, pero esta vez, su aliado de siempre, le falló. No consiguió asociarse con Pruiti, y esto se noto en el juego.
8- Rodríguez (6) Viene levantando en base al compromiso con la marca y a su juego de toque corto. Formo una coalición interesante por ese lateral junto con Nasif y Banegas. Las pidió todas, y siempre se mostró. Bien MAGNO!
9- Halfón (7) Si tuviera que definirlo con una palabra, diría generoso. El tipo se tira abajo cuando no llega, y da una mano en defensa y enarbola el ataque. Pivotea como pocos, la baja y se muestra, y se da vuelta y la pide y la corre; y eso contagia. Por si fuera poco, a la hora de definir, no tiene el arco como unica opción, sino que levanta la cabeza y asiste a los compañeros. Alguien dira que le llegaron pocas, pero no es solo con la pelota que se juega a este deporte, señores!
10- Pruiti (4) Tiene talento, pero alguien en la tribuna sentencio “Pruiti talento!!”, claro, ta-lento. Efectivamente, Pruiti estaba lento producto de la actividad nocturna propia del casamiento de un familiar muy cercano. Se lo notó confuso, y falto de coordinación (algo muy raro en él). Un mal partido puede tener cualquiera.
11- Banegas (6) Como dije anteriormente, formó la coalición del lateral derecho junto con Rodríguez y Nasif. Corrió incansablemente, se mostró, la pidió y desbordó como siempre. Tuvo una mala reacción ante una jugada puntual, y dejó al equipo con diez hombres… pero nada opaca su buena labor.
12- Gonzalez (6) “Ahhh si fuera un poco más ordenado!!” escuché decir a un viejito que observaba desde la popular. El gran mategol tiene ese problema, pero tambien tiene otras virtudes como esa energia que entrega desde el primer momento en que pisa el campo. Corre todas, va al piso, muerde tobillos, aplasta rivales, nada le importa; siempre va para adelante. En sus pies estuvo la jugada mas clara, y definió bien, lastima que el arquero se interpuso, y la pelota terminó en el travesaño.
13- Sztejfman (5) No consiguió conectarse del todo con el encuentro. Parece ser que la actividad fisica extradeportiva (siempre que no entendamos al sexo como un deporte) lo tiene exhausto. Así fue que no consiguió cambiar el aire, y pareció no estar a la altura de las circunstancias. De todas maneras, mostró lo que sabe con la pelotita; deberá trabajar más la parte fisica, o cambiar el aire antes de ingresar.



Como lo vi – GM (un articulo de opinión)

Vi un equipo que va creciendo en varios aspectos. Crece en grupo humano, y crece en identidad futbolistica. Pero no crece en el sentido de la responsabilidad, vuelve a regalar valiosisimos minutos de juego, y eso a la larga pesa. Recibió el gol en esos minutos de yapa que despilfarró antes de meterse en el partido. Después se encontró con un cerrojo en el area rival, y se hizo muy difícil entrar. Encima cuando tuvo la chance, el arquero con felinos reflejos sacó el bombazo de Gonzalez, ese tiro del final del que habla el titulo. Hay cosas que mejorar, pero se nota que hay equipo. Si se toman las cosas con un poco mas de seriedad (tampoco el extremo de sociales), sin dudas, van a llegar lejos.